"Lo más sobresaliente del progre tipo es que se siente éticamente superior a cualquiera que no es progre (como es mi caso). Esto va unido al hecho de que no necesita justificar las bases de esa superioridad ética que experimenta. Esto explica, por otra parte, su tendencia a escandalizarse ante opiniones y argumentos ajenos no coincidentes con el suyo. Algo también importante para entender al progre y llevar a buen término cualquier discusión con él es que el progre se niega a discutir acerca de argumentos complejos que le contraríen. De ahí que en estos casos lo simplifique todo excesivamente y niegue la existencia de conceptos sobre los que no quiera discutir (esto puede ser una de las causas de la conocida afirmación progre de que las razas no existen). Un elemento relacionado con lo anterior viene dado por el hecho de que el progre se nutre de consignas. Bajo una autopresentación de rebeldía se esconde un elemento obediente y sumiso a su amo y esquema ideológico de turno (feminismo, “ecologismo sandía”, multiculturalismo, pacifismo, “antirracismo”, “antifascismo”, etc.) al que nunca cuestiona."
Por LEÓN RIENTE
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