sábado, 25 de diciembre de 2010

La mala conciencia y sus orígenes

Aquellos terribles bastiones con que la organización estatal se protegía contra los viejos instintos de la libertad - las penas sobre todo cuentan entre tales bastiones- hicieron que todos aquellos instintos del hombre salvaje, libre, vagabundo, diesen vuelta atrás, se volviesen contra el hombre mismo. La enemistad, la crueldad, el placer en la persecución, en la agresión, en el cambio, en la destrucción - todo esto vuelto contra el poseedor de tales instintos: ése es el origen de la «mala conciencia». El hombre que, falto de enemigos y resistencias exteriores, encajonado en una opresora estrechez y regularidad de las costumbres, se desgarraba, se perseguía, se mordía, se roía, se sobresaltaba, se maltrataba impacientemente a sí mismo, este animal al que se quiere «domesticar» y que se golpea furioso contra los barrotes de su jaula, este ser al que le falta algo, devorado por la nostalgia del desierto, que tuvo que crearse a base de sí mismo una aventura, una cámara de suplicios, una selva insegura y peligrosa -este loco, este prisionero añorante y desesperado fue el inventor de la «mala conciencia». Pero con ella se había introducido la dolencia más grande, la más siniestra, una dolencia de la que la humanidad no se ha curado hasta hoy, el sufrimiento del hombre por el hombre, por sí mismo: resultado de una separación violenta de su pasado de animal, resultado de un salto y una caída, por así decirlo, en nuevas situaciones y en nuevas condiciones de existencia, resultado de una declaración de guerra contra los viejos instintos en los que hasta ese momento reposaban su fuerza, su placer y su fecundidad. (…)



Friedrich Nietzsche:
LA GENEALOGÍA DE LA MORAL
Un escrito polémico
TRATADO SEGUNDO

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Los hermanos Karamazov - El gran inquisidor

Iván- (...)¿sabes Aliosha?, no te rías, pero compuse un poema, hará cosa de un año. Si puedes perder aún unos diez minutos más en mi compañía, te lo contaré, ¿quieres?
Aliosha-¿tu has escrito un poema?
Iván-Oh, no, no lo he escrito - se rió Iván-; en mi vida he compuesto ni dos versos. Pero ese poema lo concebí y lo recuerdo. Lo concebí con entusiasmo. Tú serás mi primer lector, es decir, oyente. En efecto, para qué ha de perder el autor aunque sea a un sólo oyente - se rió Iván- ¿Te lo cuento o no?
Aliosha-te escucharé con mucha atención
Iván-Mi poema se titula "El Gran Inquisidor", es una cosa absurda, pero quisiera contártela.
(...)Han transcurrido ya quince siglos desde que prometió volver a su reino, desde que su profeta escribió: "Volveré pronto." "Empero nadie sabe nada de día y de la hora, ni aún los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, si no el Padre", tal como dijo Él estando aún en la tierra. Pero la humanidad le espera con la misma fe, pues desde hace quince siglos se han interrumpido las promesas del cielo al hombre:
"Cree lo que el corazón te diga, 
no hay promesas de los cielos"
¡Y no queda más que la fe en lo dicho por el corazón! Cierto, había entonces muchos milagros. Había santos que efectuaban curas prodigiosas; a algunos justos varones, según sus biografías, se les aparecía la propia Reina de los Cielos. Pero el diablo no duerme y en la humanidad germinó la duda sobre la autenticidad de tales milagros. Una nueva y terrible herejía apareció entonces en el Norte, en Alemania. Una estrella grande, "ardiente como una antorcha" (es decir, la Iglesia) "cayó sobre las fuentes de las aguas..., que se volvieron amargas". Tales herejías empezaron a negar, blasfematoriamente, los milagros. Pero tanto más ardiente se hace la fe de quienes siguen creyendo. Las lágrimas de la humanidad continúan elevándose hacia Él como antes, le esperan, le aman, confían en tantos siglos, la humanidad rezaba con fe y pasión: "Señor, dígnate a venir a nos"; cuántos siglos le invocó para que Él, con su compasión infinita, quisiera descender al lado de los suplicantes.  Ya antes había descendido, había visitado a algunos justos, mártires y santos anacoretas en la tierra, según está escritos en sus "vidas". Entre nosotros, Tiútchev, que creía profundamente en la veracidad de sus palabras, ha proclamando que
Abrumado por el peso de la cruz,
como un simple esclavo, el Rey de los Cielos
de punta a punta, tierra mía 
te ha recorrido y te ha bendecido
Lo cual es exacto, te lo digo yo. He aqui, pues, que Él quiso mostrarse aunque sólo fuera por un momento al pueblo, a ese pueblo atormentado, sufrido, hediondamente pecaminoso, pero que le ama de todo corazón, como un niño. La acción pasa en España, en Sevilla en los tiempos más pavorosos de la Inquisición, cuando a la mayor gloria de Dios las hogueras ardían diariamente en el país y 
En magníficos autos de fe
quemaban a los perversos heréticos.
Desde luego, ése no era su descenso a la tierra, tal como aprarecerá, según promesa suya, al fin de los tiempos, en toda su gloria celestial, repentinamente "como un rayo que birlle del Oriente al Occidente"(...)


Extraído del los hermanos Karamazov, segunda parte libro V; El gran Inquisidor, de Iván a su hermano Aliosha

El hombre en busca de sentido

...Vivir es sufrir; sobrevivir es hallarle sentido al sufrimiento. Si la vida tiene algún objeto, éste no puede ser otro que el de sufrir y morir. Pero nadie puede decirle a nadie en qué consiste este objeto: cada uno debe hallarlo por sí mismo y aceptar la responsabilidad que su respuesta le dicta. Si triunfa en el empeño, seguirá desarrollándose a pesar de todas las indignidades. 
Gordon Willard Allport, prefacio al libro de Victor E. Frankl

Indiferencia

Indiferencia... la indiferencia se define como una actitud ante algo que se valora como neutro, ni positivo ni negativo, ni bueno ni malo. Para mi la indiferencia es... un lujo afectivo... porque el indiferente no sufre con el sufrimiento de los demás... así como no sufre tampoco ríe, se sorprende, grita, llora... No obstante la indiferencia es casi una condición generalizada... En un mundo en el que todos se enamoran cada vez más de su sí mismo...
"Compadecemos al ciego que nunca ha visto la luz del día, al sordo que nunca ha oído los acordes de la naturaleza, al mudo que nunca ha podido expresar la voz de su alma, y, so pretexto de un falso pudor, no queremos compadecer esa ceguera del corazón, esa sordera del alma, esa mudez de la conciencia, que enloquecen a la desgraciada afligida y sin querer la hacen incapaz de ver el bien, de oír al Señor y de hablar de lengua pura del amor y de la fe."
ALEJANDRO DUMAS - LA DAMA DE LAS CAMELIAS
Alejandro Dumas

"Debilidad y maldad"


"...La debilidad va por tanto, asociada a la maldad, y el débil acumula toda clase de defectos morales."
qbit

Friedrich Nietzsche


martes, 21 de diciembre de 2010

León el Africano

"A mí, Hasan, hijo de Mohamed el alamín, a mí, Juan León de Médicis, circundado por la mano de un barbero y bautizado por la mano de un Papa, me llaman hoy el Africano, pero ni de África, ni de Europa, ni de Arabia soy. Me llaman también el Granadino, el Fesí, el Zayyati, pero no procedo de ningún país, de ninguna ciudad, de ninguna tribu. Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida la más inesperada travesía."

Amin maalouf

Fragmento Trópico de Cáncer

"En un tiempo pensaba que ser humano era el objetivo más alto que podía tener un hombre, pero ahora veo que estaba destinado a destruirme. Hoy me siento orgulloso al decir que soy inhumano, que no pertenezco a los hombres ni  los gobiernos, que nada tengo que ver con credos ni principios. Nada tengo que ver con la crujiente maquinaria de la Humanidad: ¡pertenezco a la tierra! Digo esto con la cabeza reclinada en la almohada y siento los cuernos que me brotan en las sienes. (...)"

Henry Miller

"El progre y su miseria intelectual y ética"

"Lo más sobresaliente del progre tipo es que se siente éticamente superior a cualquiera que no es progre (como es mi caso). Esto va unido al hecho de que no necesita justificar las bases de esa superioridad ética que experimenta. Esto explica, por otra parte, su tendencia a escandalizarse ante opiniones y argumentos ajenos no coincidentes con el suyo. Algo también importante para entender al progre y llevar a buen término cualquier discusión con él es que el progre se niega a discutir acerca de argumentos complejos que le contraríen. De ahí que en estos casos lo simplifique todo excesivamente y niegue la existencia de conceptos sobre los que no quiera discutir (esto puede ser una de las causas de la conocida afirmación progre de que las razas no existen). Un elemento relacionado con lo anterior viene dado por el hecho de que el progre se nutre de consignas. Bajo una autopresentación de rebeldía se esconde un elemento obediente y sumiso a su amo y esquema ideológico de turno (feminismo, “ecologismo sandía”, multiculturalismo, pacifismo, “antirracismo”, “antifascismo”, etc.) al que nunca cuestiona."
Por LEÓN RIENTE